D. J. Leacock

El rótulo identificativo de la histórica empresa fundada por David John Leacock, tallado en madera y fijado a la fachada del edificio donde estuvieron sus oficinas, es una de las piezas gráficas más simbólicas y valiosas del patrimonio industrial canario, representativa de la historia social, laboral y económica de Gran Canaria en el siglo XX. De factura artesanal, tallado en madera con letras adheridas sobre un tablero rectangular, presenta una estética sobria, equilibrada y posiblemente influenciada por el estilo Art Déco. Aunque no se conserva documentación exacta de su fecha de instalación, por su diseño y coherencia con el periodo de actividad temprana de la empresa, se considera muy probable que se trate del rótulo original instalado en las primeras décadas del siglo XX.

Contexto histórico


De origen británico, David J. Leacock era hijo de John Milberne Leacock, afincado desde finales del siglo XIX en Madeira como representante de las bodegas Leacock and Company y la British Embroidery Company. La familia Leacock llegó a Canarias motivada por las posibilidades del cultivo de plátano y caña de azúcar, inicialmente vinculados a la empresa Elder and Fyffes, pionera en el comercio frutal atlántico. En 1903, J. M. Leacock se asoció con el canario Francisco Rodríguez Lorenzo y fundó la empresa Leacock y Lorenzo, realizando importantes obras de infraestructura agrícola en el norte grancanario.

Tras el fallecimiento de su padre, David John Leacock heredó parte de las fincas familiares y se instaló en la isla en los años 20. Formado como ingeniero agrónomo en Cambridge, donde fue influido por los ideales del laborismo británico, introdujo métodos de gestión socialmente avanzados: promovió la contratación legal, acceso a atención médica para sus trabajadores, seguridad social privada antes de ser obligatoria, y una filosofía de producción moderna, integral y diversificada. Bajo su liderazgo, la empresa D. J. Leacock llegó a contar con más de 1.000 hectáreas de regadío, una flota de camiones propia, fábricas de tubos, bloques, carpinterías, empaquetados, pozos, red hidráulica, talleres de reparación y almacenes. Su sede administrativa se situaba en el lugar conocido como La Máquina, en el barranco de Guía, donde permanece el rótulo original que lo identificaba.

Durante la dictadura franquista, David J. Leacock fue detenido por sus simpatías con la Segunda República. Liberado gracias a gestiones diplomáticas del consulado británico, se exilió en Estados Unidos, donde colaboró con organismos internacionales como asesor agrícola en proyectos de la ONU en países como Suiza, Yugoslavia o China. Desde el exterior continuó gestionando su empresa en Canarias a través de personas de confianza hasta su regreso en 1962. A su fallecimiento en 1980, Leacock dispuso en su testamento que las propiedades de la empresa pasaran a manos de sus trabajadores de confianza, en lo que puede considerarse uno de los primeros intentos de empresa autogestionada en Canarias. Sin embargo, las dificultades económicas y organizativas desembocaron en una suspensión de pagos en 1983, y la propiedad pasó finalmente a manos privadas tras intentos de recuperación en forma de cooperativa.

Fuentes de Investigación

No constan
Carretera GC-292, nº 37, Santa María de Guía, Gran Canaria.
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